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En este sentido, considera necesario promover en la gestión pública, además de todos los elementos necesarios para la protección de un territorio frágil y fragmentado como son las islas Canarias, aquellas otras herramientas que vayan en consonancia con la promoción de la salud de los ciudadanos y, en general, en favor de un mayor bienestar social. Jerónimo Saavedra defiende además que la promoción del medio ambiente debe ser un ejercicio de corresponsabilidad, que implique tanto a las instituciones públicas como a los agentes sociales y económicos.
El Diputado del Común sostiene que el lema que ha elegido la Organización de las Naciones Unidas para esta edición del Día Mundial del Medio Ambiente, «Piensa. Come. Economiza», llega a nuestras conciencias en un marco donde la sociedad canaria está sufriendo auténticos dramas de personas que carecen de lo más básico, como es la alimentación, para subsistir. Por ello, considera que «no podemos pasar por alto que esta jornada debe ser también un llamamiento a fortalecer las redes de asistencia social y solidaridad, dentro de una gestión de lo público que tenga como opción preferencial la atención a los más necesitados». «No habrá desarrollo sostenible si no conseguimos, al menos, que las oportunidades lleguen a todos los ciudadanos», apostilla.
«Este lema también es un motivo para reflexionar sobre la importancia de propiciar un uso razonable de nuestros recursos y, en concreto, sobre el consumo de los alimentos», sostiene el Diputado del Común, quien subraya que las cifras que manejan instituciones como las Naciones Unidas, que ponen de manifiesto que anualmente se van a la basura 1.300 millones de toneladas de alimentos, cuando 870 millones de personas pasan hambre, «deben darnos qué pensar sobre nuestros hábitos y formas de vida».
Por último, considera que también es un buen momento para recordar a las administraciones públicas sobre el hecho de que no deben olvidar que fuera de nuestras fronteras existen graves problemas que requieren de la solidaridad de los pueblos. «Es cierto que en la actualidad las necesidades de nuestra realidad más inmediata son acuciantes y requieren de todo el esfuerzo para aplacar problemas tan graves como el desempleo, pero no es menos cierto también que en un mundo globalizado como el nuestro no podemos renunciar a un crecimiento que sea sostenible y solidario, concluyó».