Los Defensores del Pueblo de Iberoamérica reafirman su convicción por trabajar en defensa de los más necesitados

Santa Cruz de Tenerife, 23 de noviembre de 2016.- El XXI Congreso de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) concluye después de un intensa jornada de trabajo y debate, donde se pusieron sobre la mesa aspectos relevantes sobre la lucha contra la pobreza y la promoción de los Derechos Humanos, abordado tanto en el plano general como también en ámbitos diferenciados de los países integrados en esta organización y en asuntos tan decisivos como la educación o la vivienda.

El presidente de la FIO y Proveedor de Justicia de Portugal, José Francisco de Faria Costa, mostró su convencimiento en la clausura del Congreso celebrado en Santa Cruz de Tenerife que «salimos de aquí reforzados en nuestras convicciones y nuestro espíritu de que nos encontramos en el lugar correcto de la historia, al lado de los ciudadanos, junto a todos y, en particular, con los que menos tienen y menos pueden reaccionar».

De Faria Costa destacó el carácter «paradójico» de la realidad actual. «La historia no ha vivido un tiempo tan paradójico como el de ahora» y advirtió de que «los defensores del pueblo estamos trabajando con conceptos teóricos prehistóricos». Si bien, indicó que este XXI Congreso ha servido para dar «un salto decisivo» para corregir esta situación. Por último agradeció el trabajo realizado por el Diputado del Común y la FIO por la organización y «el éxito» de este evento.

El Diputado del Común, Jerónimo Saavedra, destacó el carácter complejo y diverso del fenómeno de la pobreza, sobre el que existe la tentación de reducirlo a una serie de imágenes convencionales, lo que lleva a «ocultar», por ejemplo, «la pobreza que la desigualdad de la crisis ha provocado en zonas desarrolladas como en Europa, sobre todo en su vertiente del Mediterráneo». Saavedra valoró la «viveza» mostrada por la FIO al «abordar un asunto tan real y tan próximo para muchos millones de personas».

Francisco Fernández Marugán, adjunto primero de la Defensora del Pueblo de España, centró su intervención en la migración, que «va en paralelo» con la pobreza. «Ambos fenómenos arrancan de la misma matriz: la desigualdad, y en esta época, donde la polarización social ha dado lugar a mucha desigualdad, ambos fenómenos se han acelerado». «Muchas personas que huyen de la brutalidad de la guerra y del salvajismo del hambre llaman a nuestras puertas. Y hay la posibilidad de tratarlos con hospitalidad u hostilidad».

Recordó la situación que vivió Canarias entre 2004 y 2008, cuando con la llegada de los cayucos «se hizo un esfuerzo importante y las Islas se convirtieron en una estación decisiva para los reflujos en favor del desarrollo y la paz, en inversiones y en formación». Para ello, señaló que el Gobierno de Canarias y el de España «trabajaron activamente en levantar un conjunto de actuaciones de política económica, industrial, social, financiera con doce naciones africanas y dio lugar al plan de político antimigratorio más importante que se haya adoptado en la Unión Europea».

Fernández Marugán señaló que «los españoles hemos hecho frente al proceso de acogida» y el país tiene «hoy una población estable, que no es de paso y se ha convertido en una parte consustancial de nuestra sociedad». Destacando por último que el reto de la integración social «se lleva a cabo en la escuela, en el barrio o en el pues