La acción formativa ha sido impulsada por la adjunta en funciones de la institución, Milagros Fuentes, para lograr “un diálogo efectivo” con todas las personas
La Diputación del Común de las Islas Canarias concluye con éxito la primera formación en Lengua de Signos Española (LSE) dirigida a su personal en todas las islas del archipiélago. Este innovador programa formativo, impartido por la Fundación Canaria para las Personas con Sordera y sus Familias, se realiza presencialmente para las personas trabajadoras de La Palma y en línea para las demás islas.
Esta iniciativa, pionera en el ámbito público de Canarias, ha sido diseñada con el objetivo de capacitar a las personas trabajadoras de la Diputación del Común en el uso básico de la LSE, permitiéndoles así, brindar una atención más efectiva y accesible a las personas usuarias de esta lengua que se acerquen a la institución.
La formación, que se desarrolló del 15 al 26 de abril y del 8 al 10 de mayo, se llevó a cabo en las instalaciones de la Diputación del Común en Santa Cruz de La Palma, con una duración de 20 horas distribuidas en sesiones matutinas de 1,5 horas de duración.
Un total de 14 personas participaron activamente en este programa, adquiriendo conocimientos fundamentales en LSE y en vocabulario específico relacionado con sus respectivos puestos de trabajo. Además, la modalidad mixta de la formación, presencial y en línea, permitió una mayor accesibilidad para el personal de todas las islas, asegurando así una participación inclusiva y equitativa.
La Diputación del Común reafirma su compromiso con la inclusión y la accesibilidad, destacando la importancia de esta formación como un paso crucial hacia la mejora de la atención y el servicio público ofrecido a todas las personas, independientemente de sus necesidades comunicativas.
La acción formativa ha sido impulsada por la adjunta en funciones a la Diputación del Común en funciones, Milagros Fuentes, quien recordó que “cuando asistí a un curso de la Universidad de Otoño-Invierno en La Palma sobre el lengua de signos, y al ser preguntada por qué quería realizar la acción formativa, manifesté mi deseo de tener mayor comunicación a la desarrollada a través de mi ejercicio profesional, con personas con discapacidad auditiva, el conocimiento de la vulnerabilidad existente en el campo de todas las administraciones públicas, y en especial la que con más crédito puedo dar del ámbito judicial, con los seres humanos con mayor categoría intelectual y humana que nosotros ‘los oyentes”.
“Por ello, decidí y propuse dejar una huella en la institución que he ejercido casi seis años mi trabajo de adjunta de la Diputación del Común, cuyo cometido ha sido siempre la defensa de los Derechos Humanos, tal y como manifesté en mi toma de posesión, con una formación de lengua de signos español para una eficacia mayor de la función encomendada que se lleva a cabo desde la Diputación del Común, gracias a todos y todas, los que son parte indispensable para ello, (ordenanzas, conductores, administrativos y administrativas, informático, personal de habilitación, asesores y asesoras, trabajadora social, secretario general, jefa de Administración, y personal de gabinete)”, señala.